Cuidar activando: el papel clave del cuidador
04/09/25 · 4 min

A menudo pensamos que cuidar a un familiar en situación de dependencia consiste en facilitar al máximo todas las actividades relacionadas con su cuidado y su autonomía. Y eso no es del todo así.
Desde la Asociación para la Vida Independiente (AVI), se trabaja para que las personas alcancen su máxima funcionalidad y autonomía, sea cual sea su condición física y/o cognitiva, mediante la adaptación del entorno y el uso de productos de apoyo, previa valoración y prescripción de un profesional.
La experiencia de AVI nos dice que, para que su intervención sea efectiva, es clave la figura del cuidador, que debe fomentar la actividad y la funcionalidad de la persona dependiente, de forma que tanto el producto de apoyo como la adaptación cumplan con sus objetivos.
¿Por qué es tan importante activar a las personas?
Durante su etapa de desarrollo como niños, todas las personas van adquiriendo habilidades y aprendizajes que les permiten, llegado el momento, ser plenamente independientes y funcionales en todos los niveles.
El nivel más básico son las denominadas actividades de la vida diaria, tanto básicas como instrumentales: vestirse, asearse, moverse, comer, comunicarse, etc.
Cuando la dependencia provoca que estas actividades se vayan perdiendo, es necesario motivar y activar a la persona para que las siga realizando. Esto no solo permite ralentizar el impacto de la patología, sino que también ayuda a mejorar la autoestima.
Seguir realizando por sí misma las actividades de la vida diaria y participar en su propio cuidado tiene un impacto directo en el estado de ánimo.
¿Cómo se lleva a cabo esta activación?
En cualquiera de las actividades de su día a día:
- Participación en la movilidad: entrar y salir de la cama, levantarse de la silla o del sofá, caminar, etc.
- Vestirse sola o con ayuda de un producto de apoyo.
- Asearse o comer por sí misma utilizando productos de apoyo.
- Participar en las conversaciones, promoviendo su comunicación con el entorno.
- Adaptar el hogar para que sea más funcional y seguro (barras en la ducha, habitación accesible, etc.).
Son muchos los ejemplos en los que, como cuidadores, podemos fomentar la autonomía, la funcionalidad y la autoestima de nuestros familiares.
Por ello, desde AVI recomendamos a todos los cuidadores familiares que realicen la formación online: Acompañamiento activo a la persona en situación de dependencia, para que:
- Conozcan las adaptaciones y productos de apoyo más comunes y necesarios.
- Aprendan a activar y fomentar el movimiento de sus familiares, protegiendo al mismo tiempo su propio cuerpo.
- Apliquen técnicas y herramientas para mejorar la funcionalidad de su familiar.
Y sin olvidar la necesidad de cuidar al cuidador: es fundamental cuidarnos a nosotros mismos para poder acompañar de la mejor manera posible.
Es importante recordar que: “Para cuidar de los demás, debemos empezar por cuidarnos a nosotros mismos.”
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