¿Por dónde empiezo? Finanzas personales para médicos recién graduados

Mutual Médica · 25/04/25 · 4 min

Acabas de empezar una nueva etapa profesional. Has dejado atrás muchos años de estudio y te enfrentas a tus primeros ingresos, responsabilidades y decisiones importantes. Entre ellas, cómo organizar tu economía. Tranquilo, no hace falta que seas un experto en finanzas: con unos pocos conceptos clave puedes empezar con buen pie.

Con Mutual Médica puedes aprender lo esencial. ¿Qué te parece si empezamos por los conceptos más básicos de finanzas personales? ¡Acompáñanos!

Conceptos básicos de finanzas personales

Diferencia entre ingresos brutos y netos

Cuando empiezas a trabajar como médico, uno de los primeros pasos para organizar tus finanzas es entender bien tu nómina. Es decir, qué estás ganando realmente.

El salario bruto es la cifra total que figura en tu contrato antes de aplicar deducciones. Pero lo que finalmente llega a tu cuenta bancaria es el salario neto, una vez descontados impuestos y cotizaciones.

Dentro del salario bruto encontrarás distintos conceptos, especialmente si trabajas en el sistema público:

  • Sueldo base: una cantidad fija, según tu categoría profesional.
  • Complemento de destino: se añade en función del puesto concreto que ocupas.
  • Complemento específico: tiene en cuenta la responsabilidad, dificultad o condiciones del puesto.
  • Complemento de residencia: solo en algunas comunidades autónomas, por ejercer en zonas determinadas.
  • Guardias médicas: se pagan aparte y suelen representar una parte significativa del sueldo mensual.
  • Trienios: se empiezan a cobrar a partir del tercer año de antigüedad en la Administración.
  • Otros complementos: pueden incluir productividad, turnos, trabajo en festivos o nocturnidad.

¿Y qué se descuenta?

Las deducciones que se aplican sobre tu salario bruto son:

  • Cotización a la Seguridad Social: incluye cobertura para jubilación, incapacidad temporal, desempleo, entre otras.
  • IRPF: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que varía según tu situación personal y tus ingresos.
  • Cuotas sindicales o de colegiación: si se gestionan directamente desde la nómina.
  • Mutualidad alternativa: si trabajas por cuenta propia, puedes optar por una mutualidad como alternativa al RETA. En ese caso, las aportaciones a la mutualidad también forman parte de tu planificación financiera.

Entender estos conceptos te ayudará a tomar decisiones más informadas, ya sea al planificar un presupuesto, calcular tu capacidad de ahorro o valorar una oferta de trabajo.

Por qué es clave hacer un presupuesto

Gestionar bien tus finanzas empieza por un paso sencillo pero fundamental: tener un presupuesto mensual. No se trata solo de saber cuánto cobras, sino de tener claro a dónde va tu dinero.

Si eres médico residente, tu nómina neta puede rondar los 1.300-1.600 € mensuales, dependiendo de las guardias. A partir de ahí, una buena estrategia es dividir tus ingresos en categorías básicas, asignando porcentajes orientativos. Una fórmula útil es la regla del 50/30/20, adaptada a tu realidad:

  • 50% para gastos fijos: alquiler o hipoteca, comida, suministros, transporte, etc.
  • 30% para gastos personales o variables: ocio, tecnología, viajes, suscripciones, etc.
  • 20% para ahorro o inversión: fondo de emergencia, ahorro para metas concretas o para la jubilación.

Si tienes menos gastos fijos (por ejemplo, porque compartes piso o vives con familia), puedes destinar un porcentaje mayor al ahorro. Y si tus guardias aumentan tus ingresos ese mes, es una buena oportunidad para reforzar tu fondo o invertir en tu futuro.

La clave está en adaptar este esquema a tu situación real, revisar tus gastos cada mes y ajustar si es necesario. Usar una hoja de cálculo o una app puede ayudarte a tenerlo todo controlado sin esfuerzo.

Hacer un presupuesto, lejos de limitarte, te da la libertad para decidir cómo quieres usar tu dinero.

Ahorro (y cuánto es recomendable empezar a ahorrar) 

El ahorro es fundamental para tu futuro y, cuanto antes empieces, mejor. Al principio, todo es nuevo y puede que no sepas administrar bien tus finanzas, por lo que incluso las pequeñas cantidades pueden marcar la diferencia, si se convierten en un hábito constante. La clave está en crear este hábito desde el principio, ahorrando un porcentaje al mes e incrementándolo con el paso del tiempo. 

Por ejemplo, puedes empezar con un 10% mensual y tratar de subirlo a medida que aumentan tus ingresos. Un truco que funciona consiste en separar ese porcentaje de tu sueldo a una cuenta secundaria remunerada, nada más recibirlo. Para hacerte una idea más clara de cómo podría evolucionar ese esfuerzo en el tiempo, puedes utilizar esta calculadora de futuro financiero.

Fondo de emergencia (mínimo 3 meses de gastos)

Para que tu cuenta no tiemble en el caso de imprevistos, necesitas crear un fondo de emergencia que cubra tus gastos fijos durante al menos 3 meses. Este colchón te ayudará a vivir mucho más tranquilo, sin que ningún gasto con el que no contabas afecte a tus finanzas mensuales. 

Aunque es recomendable que cubra al menos 3 meses de gasto, lo ideal es tener un fondo que te cubra al menos 6 meses o 1 año. Eso sí, recuerda que el fondo de emergencia no es para caprichos ni para tus vacaciones, es para imprevistos como el dentista o el veterinario de tu mascota.

Gastos hormiga y control del gasto

Para gestionar bien tus finanzas, debes prestar atención a los gastos hormiga y ver dónde se va tu dinero. Nos referimos a esos pequeños gastos del día a día, como cafés, snacks o suscripciones digitales. Parece que es poco dos euros de allí y tres de allá, pero al cabo del mes pueden hacer cientos de euros. No se trata de eliminarlos por completo, sino de ser consciente de estos gastos y controlarlos.

Importancia de pensar en el futuro (sí, incluso ahora)

Con 25 o 30 años, la jubilación parece un momento muy lejano. Aunque no es algo inminente para los médicos jóvenes, es mejor empezar lo antes posible, porque un ahorro mensual pequeño puede marcar la diferencia a largo plazo. Esto es gracias al interés compuesto, que consigue un efecto similar al de la “bola de nieve”. Al principio va lento, pero con el paso del tiempo puede llegar a multiplicar tus ahorros. 

Como mutualidad creada por y para médicos, en Mutual Médica te ofrecemos soluciones pensadas para acompañarte en cada etapa de tu vida profesional, también cuando se trata de planificar tu ahorro:

  • Seguro de Jubilación Mutual Médica: el seguro de jubilación te permite disfrutar de importantes ventajas fiscales hoy, mientras aseguras tu futuro. Puedes elegir entre tres fórmulas exclusivas para tu jubilación. Además, si ya has pasado por el Plan MutualJoven, esas aportaciones forman parte del Seguro de Jubilación Mutual Médica, por lo que ya habrás iniciado tu camino hacia el ahorro para la jubilación. ¿Te preguntas cuánto podrías acumular? Es muy fácil con nuestra calculadora de futuro financiero.
  • SAI (Seguro Ahorro-Inversión): este tipo de seguro te permite ahorrar para metas a medio o largo plazo, mientras te ofrece una rentabilidad garantizada. Por ejemplo, para comprar un coche, para la entrada de una vivienda o para montar tu propia consulta. Puedes hacer una simulación para ver cómo crecería tu ahorro.
  • SAG (Seguro Ahorro Garantizado): una opción pensada para quienes prefieren estabilidad y previsibilidad. Te permite ahorrar sabiendo desde el inicio cuánto vas a acumular y cuándo podrás disponer de ese dinero. 
  • InbestMe: si te atrae la idea de invertir con una visión más a largo plazo, esta alternativa automatizada ofrece carteras diversificadas y sostenibles, adaptadas a tu perfil y tus objetivos. Tú decides el rumbo, sin complicarte con los detalles técnicos. Pon en marcha tu plan de inversión de forma fácil y a tu medida.

Tú decides el ritmo y el objetivo de tu ahorro, con el respaldo de una mutualidad hecha por y para médicos.

Para gestionar tus finanzas, no hace falta saberlo todo, solo dar el primer paso

Ahora ya estás preparado para dar el primer paso. Al cuidar tus finanzas, te sentirás mejor y vivirás más tranquilo. Lo importante está en crear el hábito, para que empieces a ahorrar y consigas cumplir no sólo tus metas a medio plazo, también para una jubilación más tranquila para el día de mañana. 

Empieza poco a poco, pero empieza. Tu yo del futuro te lo agradecerá.

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